La situación geográfica de la ciudad, el clima tan benevolente que se disfruta en la Costa del Sol o el carácter aperturista y cosmopolita de esta ciudad mediterránea configuran la esencia de un proyecto de ciudad que ha decidido abrir las puertas de par en par al siglo XXI apostando por la cultura. El Museo Picasso Málaga, el Centro de Arte Contemporáneo y el proyecto inminente del Museo del Patrimonio entre otros han venido a sumarse a las instituciones ya existentes para configurar una oferta dinámica y de calidad que pone de relieve el auge económico y el bienestar social del que hoy en día disfruta la ciudad.
Ante esta apuesta por la cultura, la ciudad de Málaga ha decidido dar un paso más y optar a la capitalidad cultural europea para el año 2016, que vendrá a ser el colofón a una serie de proyectos que tienen como eje central el mundo de la cultura y para el que la ciudad se prepara con la creación de nuevas infraestructuras.
Ciudad abierta al mundo con un espíritu libre ha crecido desde sus orígenes en el mundo mediterráneo, cuna de la cultura universal. En esta ciudad se resume parte de la historia de una civilización. Lugar preferente de asentamiento desde el comienzo de la historia, conserva restos de la primitiva urbe fenicia y romana, parte de la muralla de la antigua ciudad, el teatro romano o las numerosas muestras arqueológicas encontradas en sucesivas excavaciones que vienen a formar un legado que pronto encontrará ubicación en el Museo Arqueológico.
La Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro junto a una parte de aquel entramado sinuoso y colorista del urbanismo de la ciudad musulmana también acreditan la pervivencia de siete siglos de presencia islámica que a finales del siglo XV dio paso a la Málaga cristiana de la Edad Moderna. El mar y el puerto de la ciudad con el paso del tiempo han forjado ese espíritu abierto y libre que la caracteriza. El litoral de Málaga es uno de los referentes turísticos internacionales por lo que la política de creación de infraestructuras hoteleras y de transporte se suma a la oferta general con la creación del metro y la próxima apertura de varios hoteles.
Junto a lo expuesto, la ciudad necesita de la modernidad que es el espejo actual en el que Málaga se refleja, pero sin olvidar el pasado. La rehabilitación del Palacio de la Aduana como Museo de Bellas Artes y el nuevo Museo del Patrimonio van a constituir los focos que describan la creación artística de la ciudad del XVIII y del XIX. Junto a estos espacios, proyectos sobre el arte joven, la apuesta por el mundo audiovisual con el Festival de Teatro y el cada vez más prestigioso y notable Festival de Cine han dado una imagen muy actual de la ciudad.
La programación del Teatro Cervantes, el Conservatorio de Música o el futuro Palacio de la Música vienen a completar a grandes rasgos el proyecto cultural de la Málaga del siglo XXI, que además contempla otras infraestructuras ya existentes como la Fundación Picasso en la Casa Natal del artista y las de nueva creación como el Museo de las Cofradías, Museo del Vino, Museo del Flamenco, Museo del Vidrio y Cristal, Museo de la Ciencia y la Tecnología, y la recuperación de nuevos espacios escénicos como el Teatro Echegaray, la recuperación del yacimiento fenicio del Cerro del Villar y el Centro de Interpretación en la Cuevas prehistóricas de la Araña.
A todos estos equipamientos hay que unirles los grandes proyectos previstos para los próximos años como la ampliación del Parque Tecnológico de Andalucía y de la Universidad, los equipamientos marítimos de la plataforma de San Andrés y la marina de Arraijanal (que serán una realidad dentro de los próximos siete años), la incorporación del Puerto de Málaga a la ciudad, la ampliación de la terminal del Aeropuerto, el Tren de Alta Velocidad y el Metro que también serán una realidad en los próximos años.
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